Buenos propósitos para el Año Nuevo
Ya llega el final del año y cómo todos los años por estas fechas echamos la vista atrás y reflexionamos sobre nuestros éxitos y fracasos ocurridos en el año que termina.
Recordando los éxitos, esbozamos una amplia sonrisa en nuestras caras y nos hinchamos de satisfacción, pero al recordar los fracasos… la cosa cambia, nos replanteamos aquellas metas no alcanzadas y, generalmente, nos damos un nuevo plazo arengados por un firme “el próximo año, sí lo conseguiré” ya que el nuevo año nos da una nueva oportunidad.
Es bueno, es sano y es recomendable que así sea, ya que las metas u objetivos que nos marcamos al inicio del año nos arengan y nos motivan para crecer y avanzar a lo largo del mismo, tanto a nivel personal como profesional y social. Sin embargo, todos los finales de año nos encontramos con metas y objetivos planteados que no hemos sido capaces de alcanzar y no sabemos por qué.
Uno de los aspectos clave es la motivación, entendida como la razón para hacer algo, la fuerza que nos empuja a actuar, la que nos permite producir, desarrollar y avanzar. Es la que nos provee de fuerzas y nos permite tomar a iniciativa cuando no podemos mas y/o no sabemos por donde avanzar.
Sin embargo, la motivación, por sí sola, no es suficiente. Todos los años nos encontramos con gente (incluso nosotros mismos) muy motivada y entusiasmada con sus nuevas metas y, sin embargo, ese entusiasmo y motivación suele desaparecer muy pronto ya que no son capaces de afianzar en sus conductas el hábito adquirido. Todos los expertos coinciden en que para afianzar un hábito nuevo o modificado en nuestra conducta, éste debe mantenerse durante, al menos, 90 días.
Asimismo, también coinciden en la existencia de varias fases o etapas de motivación cuando una persona quiere adquirir o modificar un hábito o conducta. Estas son:
Pre-contemplación: La persona no siente aún el deseo de cambiar. Suelen ser las personas a su alrededor que intentan motivarla al cambio o que simplemente señalan la conducta “problema”.
Contemplación: La persona ya es capaz de reconocer la necesidad de cambiar. Sin embargo, aún no se siente lista ni capaz.
Preparación: La persona empieza a tener una actitud pro-activa. Busca recursos que la ayudarán a hacer cambios, comparte su deseo de cambiar con otros y empieza a responsabilizarse por ello.
Acción: La persona empieza a dar pasos, se rodea de personas que la apoyan y ayudan y empieza a sacrificarse.
Mantenimiento: Esta etapa es la más difícil ya que muchas personas tienden, después de un tiempo, a regresar a sus antiguos hábitos. Debido a esto, es sumamente importante no perder de vista aquello que nos motivo inicialmente a plantearnos la meta u objetivo.
Como estamos para ayudaros y apoyaros, os trasladamos una serie de recomendaciones y consejos que esperamos que os ayuden tanto en la planificación de vuestros objetivos y metas para el 2014 como en el logro de los mismos.
- Date tiempo. Generalmente, las metas u objetivos requieren tiempo debido a que implican el cambio de hábitos y costumbres mantenidos durante un periodo de tiempo muy prolongado
- Concentrate en una meta. No te fijes 2 ó 3 objetivos o metas al mismo tiempo, sino de forma progresiva.
- Se realista. Que los objetivos o metas alcanzables y aquellos que son muy difíciles de lograr, fragmentalos en metas u objetivos más fáciles que te permitan avanzar y auto-motivarte.
- Escribe tus objetivos o metas. Tiene un efecto motivador y auto-reafirmante el hecho de escribir tus metas, la forma de lograrlas, los plazos y los beneficios que obtendrás.
- Comparte tus objetivos o metas. Es importante compartir con otros tus objetivos o metas. El solo hecho de compartirlas con las personas que te rodean aumenta tu compromiso tanto con ellas como con la meta u objetivo planteado y te proporciona una red de apoyo para el logro de los mismos.
- Haz control y seguimiento. Es fundamental realizar un seguimiento y controlar los pasos dados ya que te motivará y reafirmará cuando todo suceda según lo previsto y te avisara de posibles desvíos o incumplimientos.
- Utiliza recordatorios visuales. Ya sean post-it, mensajes en el móvil o el correo electrónico, en la agenda, fotos o recortes de periódico en el espejo, etc. El solo hecho de verlos en diferentes lugares y a distintas horas a lo largo del día puede tener un efecto motivador y reafirmante en el logro de tu objetivo o meta.
- Evita situaciones indeseadas. Todos sabemos de aspectos o situaciones que pueden ser negativas para el logro de nuestros objetivos o metas y que pueden hacernos recaer en nuestros malos hábitos, p.e. si quiero bajar peso y me encantan los dulces, debo evitar acudir a las pastelerías. ¡¡¡EVITALAS!!!
- Sé coherente contigo mismo. No te plantees el logro de metas u objetivos contrarios a tu forma de ser y/o a tus valores y principios.
- Nunca te des por vencido.