La alimentación tiene una gran influencia en los trastornos musculoesqueléticos que pueden padecer los trabajadores de nuestras empresas ya que mediante la alimentación tomamos los nutrientes necesarios para mantenernos sanos, tanto en el trabajo como fuera de él.

Esto último es algo a tener muy en cuenta, no solo en lo referido a la alimentación, que es el tema que hoy nos ocupa, sino a todos los ámbitos de la vida, tanto físico como psicológico y/o social.

Yo siempre recalco que lo que hacen los trabajadores y cómo lo hacen en el tiempo que no están trabajando tiene una gran influencia en su desempeño y, al revés, lo que hacen en el trabajo y cómo lo hacen también influye en su vida personal. Es por esto que, desde las empresas, debemos aprovechar esas horas diarias que tenemos a nuestros trabajadores a nuestra disposición para trabajar con ellos aquellos aspectos que consideramos importantes para mejorar su estado de salud general.

Referido a la alimentación, debemos informarles y concienciarles en la importancia de una buena alimentación para prevenir, por ejemplo, calambres y contracturas musculares, ya que, la carencia de ciertos minerales puede provocar unos déficits nutricionales que favorecen la aparición de éstos.

Los minerales que están relacionados con la aparición de calambres musculares son el calcio (Ca), el potasio (K), el magnesio (Mg) y el sodio (Na), principalmente. Un déficit en estos minerales provoca la aparición de contracturas y calambres musculares.

El Calcio (Ca), es un mineral fundamental para generar la contracción de la musculatura. Los alimentos que más Ca pueden aportarnos son:

  • Lácteos
  • Pescados, p.e. salmón, sardinas, anchoas.
  • Verduras, p.e. coliflor, acelgas, espinacas, cebolla o brócoli.
  • Legumbres, p.e. garbanzos, lentejas, alubias, soja.
  • Huevos, la yema.
  • Frutos secos, p.e. almendras y nueces.

El Potasio (K), interviene en la relajación muscular una vez que el impulso nervioso ha cesado. Los alimentos que más K pueden aportarnos son:

  • Carnes, p.e. carnes rojas, pollo.
  • Pescado, p.e. salmón, bacalao.
  • Verduras, p.e. brócoli, calabaza, tomates, patatas.
  • Lácteos
  • Frutos secos, p.e. nueces.
  • Frutas, p.e. plátano, aguacate kiwi, cítricos, albaricoque.

El Magnesio (Mg), es fundamental para un adecuado funcionamiento celular en la contracción muscular. Un consumo elevado de alcohol disminuye su absorción, mientras que la ingesta de grasas, calcio y alimentos ricos en vitamina D (pescados, como sardina, atún o salmón; yema de huevo, lácteos o champiñones) la favorece. Los alimentos que más Mg pueden aportarnos son:

  • Germen de trigo
  • Vegetales, p.e. espinacas, col, brócoli, alcachofas, espárragos.
  • Legumbres, p.e. alubia negra, garbanzos
  • Frutas, p.e. aguacates, plátanos, higos, frambuesas.
  • Frutos secos, p.e. almendras, pistachos, avellanas, nueces.
  • Chocolate
  • Pescado, p.e. salmón, atún.

Finalmente, el Sodio (Na), es importante para mantener unos niveles de agua adecuados tanto dentro como fuera de las células, aspecto fundamental para mantener su funcionalidad. Los alimentos que más Na pueden aportarnos son:

  • Sal
  • Mariscos, p.e. pulpo, langostinos.
  • Embutidos.
  • Encurtidos, p.e. aceitunas, pepinillos.
  • Conservas de carne y pescado.
  • Verduras, p.e. espinacas, apio, acelgas, col.
  • Pan, tostadas, pastelería, galletas.
  • Bebidas deportivas.
  • Caldos en cubos comunes.

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